Madres Inolvidables
Historias reales presenta: Madres Inolvidables, un impresionante relato que le ayudara a valorar uno de los tesoros más valiosos que los seres humanos tenemos en esta vida a todo aquel que aún tiene el privilegio de tenerla.
Jamás imaginé que precisamente hoy al encontrarme escribiendo mi propia historia le tocase vivir el día más triste de su vida a una de mis mejores amigas: Shirin Khan a quien dedico con toda el alma esta triste narración por la partida de su santa madre desde el país de la india hacia el paraíso celestial. Como siempre mis queridos amigos reciban todo el más cordial y sincero saludo de su fiel amiga Angélica Mata.
Madres inolvidables relata la historia de una joven atormentada, que no supo definir sus sentimientos hacia su madre cuando aún vivía en este planeta.
Este fue el caso de Angélica Mata su más fiel y humilde servidora, es para mí un honor compartir con ustedes una de mis tantas tristes historias que me tocó vivir.
Mayo uno de los meses más hermosos del año en el cual medio mundo festeja el día de la madre menos yo, mi alma está sangrando, hoy se cumple un año del viaje sin retorno de mi inolvidable madre quien dejó una huella imborrable en mi mente, alma y corazón por siempre. ¿De qué me sirvió que Dios me la dejase tantos años en esta tierra si yo fui tan cruel y me separé de ella colocando una enorme distancia que fue la causa para jamás volver a verla? |
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O mi Dios que dolor tan grande, que triste estoy, no encuentro consuelo con nada, solo se me ocurre una cosa dejarme morir de hambre para alcanzarla y decirle cuanto la amo, lo mucho que la extraño, daría lo que fuese por volver a verme en sus ojos, por despertar y que solo se tratase de una horrible pesadilla el no tenerla, juro que es tan difícil vivir sin ella, no imaginan cuanto, nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido.
Yo sinceramente invito a todo aquel que no ha pasado este trago tan amargo de perder a su santa madre que corra a abrasarla, inúndela de besos y flores, no lo dejen para mañana podría ser demasiado tarde.
Yo jamás imaginé que a mí me ocurriría perder la mía, yo jamás reaccioné, yo no me detuve a pensar que el ser humano lo mas que vive es 80 años, hablo de las personas que saben cuidarse y corren con suerte de llegar a esa edad. Yo confieso que la amé muchísimo, el problema es que nunca se lo dije, yo siempre le manifesté mi amor hacia ella enviándole dinero y complaciéndola en algunos caprichos que ella tenía, por ejemplo: ella nunca permitió que yo tuviese un novio entonces me tocó ennoviar clandestinamente, a ella no le gustó el joven con quien me casé y solo por complacerla me divorcie, quería que yo estudiase enfermería pero como definitivamente yo nunca tuve vocación para eso no pude complacerla pero fingí hacerlo, todos los días yo salía desde muy temprano con mi rimero de libros pero directo a abrir mi caseta de comida situada en la avenida Aguilar Batres de la ciudad de Guatemala, pero como del cielo a la tierra no hay nada oculto un día ella viajaba en un bus que pasaba por mi caseta y pasado el tiempo me contó que primero vio a la joven que estaba sirviendo comida y dijo: esa joven se parece mucho a mi hija que estudia enfermería pero después vio que también la ropa era igual a la de su hija, decidió bajarse del bus,
Y fue entonces cuando comenzó la función, recuerdo que casi le dio un infarto del enorme disgusto que llevó, lo bueno es que ella no retenía su furia, ella actuaba asta desahogarse por completo, recuerdo que le dio vuelta a la parrilla de churrasquitos y el arroz y las tortillas volaron hacia la grama y me insultó, uno de los clientes me pregunto: ¿quién es la señora que vino a botarle su comida y la ofendió tanto ? y yo le contesté con una pequeña mentira, le dije: es mi suegra. Créanme que el escándalo que ella hizo fue grande por eso me dio vergüenza decir que era mi madre.
Anécdotas hay muchísimas en los 29 años que estuve a su lado sería imposible narrarlas todas en esta página, es por eso les aseguro que mi madre es inolvidable.
Debido al dominio que ejercía sobre mí y un carácter tan amargado que poseía, en enero del año 1994 tomé la decisión de alejarme de ella viajando a los EE.UU en busca de un mejor futuro más por ella que por mí. O mi Dios del cielo, si alguien me hubiese dicho que era la última vez que mis ojos contemplarían su rostro yo jamás me habría separado de ella, yo sinceramente pensé que mi madre era inmortal, yo no entiendo por qué razón no reaccioné a tiempo y regresé junto a ella, parece que fue ayer que vi llorar lagrimas de sangre a mi compatriota Aimé compartiendo con sus amistades que tenía 10 años de no ver a su madre y yo me dije a mi misma, yo me moriría de tristeza si pasase tanto tiempo sin ver a mi mamá, nunca imaginé que el tiempo transcurriría tan rápido y yo no sentí a qué hora habían pasado 18 años cuando fui sorprendida por la peor de las noticias: mi madre había dejado de existir en este planeta sin que yo la volviese a ver.
Les aseguro que no hay forma de explicarles el inmenso dolor que se siente, en ese momento yo solo quería morir y que Dios me diese la oportunidad de estar con ella y jamás separarme de su lado, vinieron a mi mente tantas culpas, remordimientos, cargos de conciencia etc., el mismo día que la enterraron le pregunté a Dios como podía continuar viviendo sin ella, como sobrevivir a tanta tristeza, ustedes no lo van a creer, después de mi pregunta una fuerza mágica me adormeció y comencé a soñar con una nena muy hermosa de aproximadamente 3 años de edad, no era mi hija, no se parecía nada a mí, solo sé que yo tenía que llevarla a que la cuidaran y viajé con ella en un auto pero al llegar al lugar me arrepentí de dejarla y me dije a mi misma mejor me la llevo de regreso, pero cuando retorné para llevarla conmigo ella no estaba sola, vi una inmensidad de niñas jugueteando todas de la misma edad con el mismo rostro, el mismo estilo color de cabello y piel, con una sonrisa gigante y la mirada más brillante que mis ojos hayan visto jamás diciéndome con sus hermosas manitas levantadas adiós, adiós, adiós, no lo dijo con la voz sino con las manos y sus brazos muy levantados.
Yo que había llorado tanto y llegué a pensar que mi llanto no tendría un final, no podía creerlo, cuando desperté estaba tan serena, mi alma no sentía dolor alguno, y cuando le contaba a mis amigos verdaderos lo sucedido y peor aún cuando yo les decía que tenía 18 años sin haberla visto, comenzaban a llorar solo de imaginar mi dolor y yo me quedaba tan sorprendida que mis amigas lloraban como si a ellas les hubiese sucedido mientras que mi alma ya no sentía dolor, dentro de mi reinaba la paz y mucha resignación, es entonces cuando comprendí que esa niña tan hermosa era mi madre, ella ya no era más una anciana que sufría tanto del dolor de huesos, no, porque ahora era uno más de los tantos ángeles que viven inmensamente feliz en el paraíso.
Hoy por hoy mi madre vive dentro de mí, la recuerdo a cada instante de mi vida, con el corazón en la mano pidió perdón a todos sus hijos por avernos lastimado. Siento que continúa viviendo a través de mi hermano Ariel y yo. En ocasiones escucho a mi hermano repetir las mismas frases que ella usaba y a mi hijo Emmanuel le ocurre lo mismo conmigo.
Quiero agregar que el alma de mi madre se quedó barios meses conmigo, bastaba dormirme y ella estaba conmigo a veces caminando, conversando y un día me apretó tan fuerte la cintura que nunca olvidaré ese apretón. ¿Saben cuál es el remordimiento más grande que tengo y que aún no lo he superado? es el siguiente: una mañana tomé el teléfono y la llamé y ella me dijo: deseando que me llamases estaba para que conversemos y en ese mismo momento entro la llamada de una de mis mejores amigas de california y allí mismo le dije a mi madre te llamo en 30 minutos pero la plática con mi amiga se prolongó y cuando terminé con ella vuelve a entrar la llamada de otra de mis mejores amigas, y para rematar cuando terminé, olvidé que tenía cita con mi madre, el caso es que después de 2 horas tomé el teléfono y le marqué, era demasiado tarde para escuchar su tierna voz, me informaron que se encontraba en un hospital víctima de un segundo derrame cerebral al cual no sobrevivió.
No puedo culpar a Dios por mi destino, él me dio todas las oportunidades para hacerme saber que era hora de regresar junto a ella, fui yo quien dio más importancia a todos los problemas que me invadieron en EE.UU y para mi mala suerte al final no solucioné ni los de aquí ni los de allá.
A mi madre la atropelló un auto en el año 2003, yo le prometí a mi padre Dios que si la dejaba viva yo regresaba junto a ella, pero cuando le notifiqué de mi retorno de inmediato contestó que no, en diciembre del 2010 fue víctima del primer derrame cerebral y de nuevo le dije: llegó la hora de regresar, una vez más ella no estuvo de acuerdo. Había una razón muy poderosa por la cual ella se oponía a mi regreso, ella solo pensaba en mi bienestar, yo debí haber regresado sin preguntarle, mi alma sangra al recordar cuantas veces ice planes para nuestro reencuentro, pensaba en hacerle una broma que alguien la sacara por un momento, conseguir una caja grande de cartón y yo esconderme, después la trajesen y que abriese su encomienda, pero después rechacé esa idea porque era muy peligroso causarle una fuerte emoción.
Mis queridos amigos y fieles lectores fue un gran gusto compartir con ustedes un breve resumen de: Madres Inolvidables, con el alma en la mano les digo que esto que a mí me ocurrió no se lo deseo ni a mi peor enemigo, espero que este precio tan alto que yo pagué por mi negligencia le ayude a todo aquel que todavía goza de la presencia de su santa madre en este mundo.
Si alguien se identifica con esta historia me encantaría saberlo. Millones de gracias por todos los comentarios que nos han enviado, siguen siendo muy bienvenidos en el www.elsuperior.com O a mi correo personal angelicamata2000@hotmail.com tengan todos unos felices restos del mes.
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